¿Qué es la otomicosis? Síntomas, causas y cómo tratar la enfermedad

Es una infección aguda, subaguda o crónica causada por levaduras y hongos filamentosos y que afecta al conducto auditivo externo. Los agentes causantes varían según el área geográfica pero buena parte de los casos son producidos por la levadura ‘Candida albicans’ y el hongo ‘Aspergillus niger’.

Causas de la otomicosis

Bacterias y hongos

Las causas mayoritarias de este tipo de infecciones son la bacteria pseudomona y los hongos del tipo ‘Candida albicans’ y ‘Aspergillus niger’.

Se han indicado como factores de riesgo para desarrollar la infección:

- Alteraciones de la piel en el conducto auditivo externo.

- Cambios del pH.

- Alteraciones en la producción del cerumen.

- Calor.

- Humedad excesiva.

- Microtraumatismos producidos por rascado.

- Baños o en inmersiones en el agua.

- Antecedentes de otitis externas.

- Dermatitis seborreica.

- Dermatitis de contacto.

- Psoriasis.

- Eccema.

Síntomas de la otomicosis

Picor constante

El principal síntoma de la otomicosis es un picor constante bastante molesto en ocasiones con dolor. Otros signos son: la descamación, pérdida de audición si el conducto auditivo se tapona por hongos, cerumen y restos epiteliales.

- En el caso de la otomicosis producida por Candida, el conducto auditivo externo presenta epitelio húmedo e inflamado, con puntos blanquecinos de presencia irregular. Hay escozor, picor y dolor moderado.

- La otomicosis sintomática aguda se presenta con inflamación, dolor de oídos moderado (otalgia moderada) y secreción serosa.

- La otomicosis sintomática crónica presenta dermatitis pruriginosa, ligera secreción serosa inodora, incolora o amarillenta, escozor y descamación seca.

- La otomicosis asociada a infección bacteriana se caracteriza por fuerte dolor de oídos, pus en el conducto auditivo externo (otorrea) y, a veces, mal olor.

Diagnóstico de la otomicosis

Revisión con el otoscopio, estudio histológico y microbiológico combinado y pruebas de imagen

El diagnóstico comienza con la descripción de síntomas, el examen visual y la revisión con el otoscopio además de un estudio de tejidos (histológico) y microbiológico combinado aparte de pruebas de imagen como una tomografía computerizada (TC).

Tratamiento y medicación de la otomicosis

Limpieza del oído

El tratamiento de la otomicosis consiste en limpiar muy frecuentemente el conducto auditivo externo y después aplicar gotas con antifúngicos. Estos productos dificultan el crecimiento de los agentes que provocan la infección. El tratamiento también puede precisar fármacos por vía oral, pero sólo en los casos más graves.

Consulta siempre con tu médico, antes de seguir cualquier tratamiento.

Prevención de la otomicosis

Evitar humedades

Para prevenir la otomicosis es imprescindible la humedad en el oído. Hay algunos consejos muy útiles: para tratar de prevenir esta infección:

- No mojar los oídos. En este caso los tapones de baño a medida son la mejor y más cómoda solución.

- Evitar los antibióticos. A no ser que sean prescritos por un profesional médico.

- Seguir una dieta rica en vitaminas y proteínas. Una dieta equilibrada y rica en micronutrientes nos asegura el correcto funcionamiento del sistema inmune.

 

 Fuente: LaVanguardia

 

Trastornos auditivos y del equilibrio asociados a la COVID-

 

El aumento del estrés derivado de la pandemia y factores como la soledad, la ansiedad o la depresión también han agravado los síntomas del 'tinnitus'

Los impactos fisiológicos de la Covid-19 parecen casi ilimitados, después del conocimiento acumulado durante estos meses de pandemia. Las complicaciones pueden variar desde pérdida del gusto hasta dificultad respiratoria y, como ya se ha demostrado, muchos de estos efectos continúan meses después de haber pasado el contagio o la enfermedad.

Ahora se ha confirmado que la Covid-19 puede dejar otras secuelas, pues la evidencia científica sugiere que los efectos auditivos y vestibulares deben añadirse a la creciente lista de síntomas provocados por el SARS-CoV-2, según se ha puesto de manifiesto hoy durante la última reunión de la Sociedad Estadounidense de Acústica, que se lleva a cabo virtualmente del 8 al 10 de junio.

En este contexto, Colleen Le Prell, miembro de la Universidad de Texas, en Dallas, Estados Unidos, ha detallado los trastornos auditivos y del equilibrio asociados con la infección por coronavirus y cómo el estrés relacionado con la pandemia y la ansiedad pueden agravar los síntomas del tinnitus. En concreto, su presentación, titulada “Trastornos auditivos secundarios a la infección por SARS-CoV-2”, hace hincapié en los factores que pueden influir en la relación entre la Covid-19 y la audición, pues se ha observado que son múltiples.

Hasta ahora se sabe que la Covid-19 tiene efectos inflamatorios, incluso en el tejido neurológico, lo que puede exacerbar otros problemas. “La inflamación puede dañar las vías auditivas y vestibulares en el sistema nervioso central y periférico, al igual que daña las vías del olfato y el gusto, y otros sistemas neuronales”, asegura Le Prell.

Además de una nueva lesión, hay varios estudios que sugieren que la ansiedad mental causada por la pandemia, como el estrés relacionado con el encierro y las preocupaciones sobre los impactos negativos de las mascarillas en la capacidad auditiva y la accesibilidad de la comunicación, pueden magnificar los impactos auditivos del virus. Esto es especialmente determinante para las personas que ya tenían tinnitus antes de la pandemia. 

“Los aumentos en la molestia por tinnitus se asociaron con informes de soledad relacionada con la pandemia, problemas para dormir, ansiedad, depresión, irritabilidad y preocupaciones financieras”, detalla Le Prell, quien insiste en que “en otras palabras, los participantes que experimentaron un aumento general del estrés informaron que su tinnitus era más molesto que antes de la pandemia”.

 

Medicamentos con efectos en la audición

Además, tal y como argumenta el experto, algunos tratamientos experimentales tempranos, como la cloroquina y la hidroxicloroquina (que no son recomendados por los Institutos Nacionales de Salud), también pueden tener efectos secundarios auditivos, particularmente en pacientes con problemas renales. “Cuando los riñones no funcionan correctamente, es posible que el fármaco no se metabolice ni se elimine del cuerpo con tanta rapidez, lo que puede aumentar las concentraciones fisiológicas del fármaco y el riesgo de efectos secundarios”, aclara Le Prell.

“La vejez a menudo va acompañada de una función renal disminuida, y la Covid-19 puede causar disfunción renal, lo que aumenta el riesgo de que un paciente que recibe una terapia experimental para Covid-19 tenga riesgo de toxicidad”, advierte el experto.

 

Fuente: audioprotesistas.org

Prevención y tapones a medida

El agua atrapada en el canal auditivo puede causar infecciones e incluso daños, pero no se puede extraer de cualquier modo. Es más, uno de los métodos más comunes que las personas usan para eliminar el agua en los oídos también puede causar complicaciones. Investigadores de la Universidad de Cornell y Virginia Tech muestran que sacudir la cabeza para liberar el agua atrapada puede causar daño cerebral en niños pequeños.

Anuj Baskota, Seungho Kim, Hosung Kang y Sunghwan Jung presentarán sus hallazgos en la 72ª Reunión Anual de la División de Dinámica de Fluidos de la American Physical Society. La conferencia se celebra en Seattle hasta el 26 de noviembre.

«Nuestra investigación se centra principalmente en la aceleración requerida para sacar el agua del canal auditivo», dijo Baskota. «La aceleración crítica que obtuvimos experimentalmente en tubos de vidrio y canales auditivos impresos en 3D fue alrededor del rango de 10 veces la fuerza de gravedad para los tamaños de oídos infantiles, lo que podría causar daño al cerebro».

Para los adultos, la aceleración fue menor debido al mayor diámetro de los canales auditivos. Dijeron que el volumen general y la posición del agua en el canal cambia la aceleración necesaria para eliminarlo.

«A partir de nuestros experimentos y modelo teórico, descubrimos que la tensión superficial del fluido es uno de los factores cruciales que promueven que el agua se atasque en los canales auditivos», dijo Baskota. Afortunadamente, los investigadores dijeron que hay una solución que no implica sacudir la cabeza.

«Presumiblemente, poner unas gotas de un líquido con una tensión superficial más baja que el agua, como el alcohol o el vinagre, en el oído reduciría la fuerza de la tensión superficial permitiendo que el agua fluya», dijo Baskota.

 

Tener una buena salud auditiva dependerá sobre todo de que nos protejamos el oído de manera correcta

Los tapones para los oídos, o protectores auditivos, se usan para distintos fines:

  • para proteger el oído debajo del agua
  • en entornos ruidosos
  • para conciliar el sueño cuando el ambiente lo impide (en el caso de las personas que deben dormir durante el día, por ejemplo).

En función del uso que vayan a tener, los hay de varias formas y materiales.

Pueden ser de un solo uso o reutilizables. También pueden distinguirse entre modelables por el usuario, premodelables o personalizados. Este tipo de protectores auditivos no constituyen un problema para la salud del oído siempre que se usen de manera adecuada y de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.

Tipos de tapones

Muchos de los tapones para los oídos están hechos de espuma, aunque los materiales también pueden ser silicona, cera o algodón. Incluso algunos, especialmente los que se suelen usar para combatir el ruido, pueden estar conectados con una cuerda que facilita sacarlos.

  • Silicona blanda: Están pensados para que se adapten dentro del canal auditivo y son indicados para dormir, especialmente en aquellas personas que tienen que dormir de día y quieren reducir el ruido. También son indicados para lugares con mucho ruido. Adicionalmente, algunos se hacen con silicona suave, hipoalergénica -que no causa alergias- y moldeable. Se colocan en la parte externa del conducto auditivo formando un sello hermético.
  • Espuma blanda: Han de quedar encajados dentro del oído. Una de las particularidades de este material es que, una vez introducido en el conducto auditivo externo, se amplía hasta que se ajusta bien. Uno de los problemas es que pueden colocarse mal, es decir, que sobresalga y, por tanto, no se consigue la protección adecuada.
  • Cera: Son moldeables, hipoalergénicos y cómodos. Se adaptan al oído y suelen usarse sobre todo para dormir.

Por otro lado, los tapones pueden hacerse a medida de cada individuo y son los más recomendados para el ruido, ya que filtran mejor el sonido. Al ser premoldeados a medida, se adaptan perfectamente al conducto auditivo y suelen usarse sobre todo para profesionales que están en ambientes ruidosos.

Pero además de por el material de que están hechos, los tapones de los oídos también responden a funciones específicas.

Tapones para el ruido

El ruido es una de las causas más comunes de pérdida de audición. La exposición a ambientes ruidosos durante un periodo prolongado de tiempo puede comportar serios problemas para la salud auditiva. Un ruido muy fuerte, por encima de 140 decibelios (dB), aunque dure poco, puede romper la membrana del tímpano.

En el caso de las personas que trabajan en lugares ruidosos, el Real Decreto 286/2006 establece las medidas preventivas y de control que deben aplicarse para proteger la salud de los trabajadores. Es obligatorio, por ejemplo, el uso de tapones u orejeras cuando los niveles de ruido diario son iguales o superiores a 85 dB o niveles de pico iguales o superiores a 137 dB.

Los protectores auditivos pueden llegar a atenuar el ruido una media de 30 dB de intensidad, pero es recomendable usarlos al menos ocho horas al día de trabajo. Pueden usarse tapones o cascos; los primeros funcionan mejor para ruidos de bajas frecuencias y los segundos para altas frecuencias.

Por otro lado, niños y adolescentes, sobre todo, pueden sufrir pérdidas auditivas importantes si se exponen a un ruido muy fuerte o a ruidos que se repiten con el tiempo. Así, escuchar música demasiado alta también es otra de las principales causas de pérdida auditiva. En estos casos, además de bajar el volumen de la música, también pueden ponerse tapones en conciertos, sobre todo si se está cerca del escenario o de los altavoces.

Tapones para el agua

Uno de los principales enemigos de los oídos, sobre todo para cierto tipo de personas con predisposición a contraer otitis externa u oído del nadador, es el agua. Los tapones en estos casos son la mejor medida de prevención, tanto si se bañan en una piscina como en el mar. Cera o goma son los materiales con los que suelen hacerse.

Es importante, a la hora de elegir el mejor tapón, tener en cuenta que la protección del agua requiere tapones que se adapten perfectamente a la anatomía del canal auditivo. Por tanto, se optará por tapones hechos a medida. Tras el baño, lo mejor es sacarse los tapones y secarse bien el oído con una toalla.

Una de las recomendaciones de los especialistas es que usen los tapones aquellas personas con predisposición a contraer otitis o que hayan sido intervenidos del oído, pero no es necesario que las personas sanas los utilicen. Y si se usan debe hacerse con cuidado: uno de los problemas de estos tapones es que pueden presionar la cera del conducto auditivo y producir tapones que posteriormente se infecten.

Tapones para dormir

El ruido que se genera en algunas zonas, ya sea por la celebración de fiestas o cualquier otro motivo, impide que muchas personas puedan conciliar el sueño. Pero sobre todo es complicado para aquellas que deben dormir durante el día porque trabajan por la noche. Los tapones pueden ser una solución para ellas.

En tales casos, y teniendo en cuenta que la oreja va a estar presionada contra la almohada, lo que puede introducir el tapón en el interior del pabellón o provocar irritaciones del oído externo, se aconseja el uso de tapones de silicona hipoalergénicos, que se amolden con facilidad, pero también con suavidad y ductilidad, al conducto sin lesionarlo.

Fuente: Abc

 

 

Hiperacusia, reducir su impacto y mejorar el bienestar

 

Comprender mejor la hiperacusia, puede ayudar a reducir su impacto y mejorar el bienestar de los pacientes. El Dr. Dany Pineault, audiólogo académico y clínico, comparte lo que sabemos sobre esta afección y cómo poder ayudar al paciente.

 

CUANDO LOS SONIDOS COTIDIANOS SON DEMASIADO FUERTES

 Los audiólogos estamos capacitados para ayudar a los pacientes con hipoacusia, y acúfenos. Sin embargo, en los últimos años, los médicos especialistas en el oído han notado un aumento en los pacientes que buscan servicios audiológicos porque los sonidos los aprecian demasiado fuertes. Son pacientes con disminución en la tolerancia al sonido o hiperacusia (DST, en sus siglas en inglés).

 Aunque la hiperacusia puede ocurrir de forma aislada, la mayoría de las veces se asocia con tinnitus y pérdida de audición. Las alteraciones de la tolerancia al sonido no diagnosticadas pueden comprometer seriamente los resultados de la intervención con audífonos, reduciendo la satisfacción y la seguridad con los servicios recibidos. Teniendo en cuenta el impacto de gran alcance de la DST en la salud auditiva y el esfuerzo de rehabilitación, es fundamental que los audiólogos comprendamos mejor la hiperacusia en términos de manifestaciones clínicas, pautas de evaluación y estrategias de manejo.

 

SISTEMAS DE DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN

 

En términos generales, la hiperacusia es una mayor conciencia y una mayor sensibilidad a los sonidos cotidianos. 

Si bien estos sonidos ambientales ordinarios tienen un volumen normal para la mayoría de las personas, pueden percibirse como molestos y desencadenar respuestas anómalas como miedo, molestia y dolor en pacientes con hiperacusia. Aunque la naturaleza de estos sonidos angustiantes varía de un paciente a otro, los ruidos moderadamente intensos de la cocina, el baño, las grandes reuniones, los eventos deportivos, las obras de construcción y las sirenas de los vehículos de emergencia son infractores habituales. ¿Sabía que se han medido niveles máximos de sonido de hasta 107 dB SPL con solo dejar caer una cuchara en un recipiente? No es de extrañar que los ruidos de la cocina sean una fuente tan grande de irritación y angustia para los pacientes con DST.

 

La prevalencia de hiperacusia se estima de forma conservadora en el 2% de la población general. Sin embargo, los estudios epidemiológicos realizados sobre diferentes aspectos del DST apuntan a un valor mucho mayor. En 2004, Jastreboff & Hazell propuso un sistema de clasificación basado en diferentes formas de sensibilidad al sonido que se encuentran a menudo entre los pacientes con tinnitus y pérdida auditiva. DST se usó como un término general para hiperacusia (es decir, malestar con sonidos moderados y fuertes), misofonía (es decir, disgusto / aversión a sonidos suaves hechos por humanos como masticar) y fonofobia (es decir, miedo a ciertos sonidos). Diez años después, Tyler y sus colegas agregaron una categoría para la experiencia del dolor asociado con un sonido de intensidad moderada a moderadamente intensa. Propusieron las siguientes cuatro categorías de hiperacusia:

  • al volumen o intensidad (sonoridad)
  • molestia (misofonía)
  • miedo (fonofobia)
  • hiperacusia dolorosa.

Aunque la misofonía y la fonofobia pueden ser incapacitantes, este artículo se centra en la hiperacusia por volumen concomitante con pérdida auditiva y / o tinnitus. Por otro lado, la hiperacusia por sonoridad no debe confundirse con el reclutamiento que a menudo se observa entre pacientes con cócleas dañadas. Se cree que el reclutamiento es un crecimiento anormalmente rápido en el volumen percibido con el aumento de la intensidad del sonido. 

 

MANIFESTACIONES CLÍNICAS, ETIOLOGÍA Y MECANISMOS NEURALES

 

  • La mayoría de los pacientes informan un inicio repentino de hiperacusia. Aunque se han informado casos unilaterales, la mayoría de los pacientes presentan niveles reducidos de incomodidad por volumen (LDL) en ambos oídos. Las configuraciones audiométricas de los cambios relacionados con la hiperacusia en la percepción de la sonoridad pueden ser iguales en todo el rango de frecuencias o más pronunciadas en las frecuencias altas.
  • La hiperacusia se desencadena por una variedad de problemas de salud. La Tabla 1 muestra una lista de condiciones y trastornos que a menudo se relacionan con el desarrollo de hiperacusia entre adultos y niños.
  • La hiperacusia se experimenta a menudo con pérdida auditiva. Se estima que hasta el 50% de los pacientes presentan umbrales elevados de alta frecuencia. Pero la relación es compleja ya que los pacientes también pueden mostrar umbrales de audición dentro del rango normal. Por tanto, se propuso el concepto de hipoacusia oculta para explicar el desarrollo de hiperacusia entre estos pacientes.  
  • Basándose en sus estudios en animales, Kujawa y Liberman (2009) plantearon la hipótesis de que la sobreexposición a sonidos intensamente fuertes también podría resultar en una degeneración del nervio coclear sin daño de las células ciliadas (es decir, sinaptopatía coclear) en los oídos humanos similar a los ratones. La hiperacusia también se asocia significativamente con el tinnitus. Se estima que hasta el 80% de los pacientes también experimentan tinnitus. Además, el 40% de los pacientes con acúfenos también presentan síntomas de hiperacusia. Aunque ambos problemas de audición parecen compartir un curso de desarrollo similar, los investigadores creen que diferentes mecanismos neuronales pueden ser responsables de su aparición.
  • Finalmente, la hiperacusia está relacionada con bajos niveles de bienestar. Los adultos con hiperacusia tienen más probabilidades que los adultos sin el síntoma de reportar un alto nivel de estrés diario, ansiedad y depresión. Las estrategias de afrontamiento desadaptativas, como evitar los lugares públicos y el uso excesivo de dispositivos de protección auditiva, a menudo se informan en un intento de disminuir la angustia asociada con el DST.  

 

 

Condiciones frecuentemente asociadas con el desarrollo de hiperacusia

 Adultos

  • Exposición a ruido (Trauma Acústico, Exposición prolongada a ruido)
  • Cambios en el sistema auditivo derivados de la edad.
  • Enfermedades del oído (MénièreSordera Súbita, Síndrome del Shock Acústico, Dehiscencia del Canal Semicircular Superior)
  • Complicaciones quirúrgicas (Estapedectomía)
  • Desórdenes Neurológicos (Daño cerebral, Migrañas)
  • Desórdenes genéticos (Síndrome Williams, Enfermedad de Tay-Sachs)
  • Desórdenes médicos (Lupus, Hipotiroidismo, Enfermedad de Lyme)
  • Dolor crónico (Fibromialgia, Síndrome del Dolor Regional Complejo, Trastornos de Articulación Temporomandibular, Hipersensibilidad Electromagnética)
  • Reacciones adversas a medicamentos u ototoxicidad.
  • Deprivación auditiva (excesivo uso de protectores auditivos o auriculares canceladores de ruido)

Niños

  • Desórden del espectro Autista
  • Deprivación Auditiva (Infecciones crónicas del oído)
  • Dificultades en el Aprendizaje.
  • TDAH 
  • Desórdenes en el Procesamiento Auditivo
  • Neuropatía Auditiva

Tabla 1: Listas de afecciones y trastornos asociados a menudo con el desarrollo de hiperacusia.

Aunque aún no se han confirmado los mecanismos fisiológicos exactos que subyacen al desarrollo de la hiperacusia, los investigadores apuntan a una ganancia central excesiva (hiperactividad) en las vías auditivas. Un estudio de resonancia magnética funcional realizado entre sujetos con y sin DST ha encontrado una elevada actividad evocada por sonido en el colículo inferior, el cuerpo geniculado medial y la corteza auditiva primaria entre sujetos con hiperacusia cuando se exponen a ruidos emitidos a diferentes intensidades. 

 

 

PAUTAS INTEGRALES PARA LA EVALUACIÓN DE LA HIPERACUSIA

 Se necesita una historia clínica completa para acceder a información crítica sobre los eventos que rodean el inicio de la hiperacusia (p. Ej., Después de la exposición al ruido, lesión en la cabeza, estapedectomía), inventario detallado de los sonidos molestos (p. Ej., Sonidos de la cocina, vehículos de emergencia, sonidos de respiración / comida), reacciones específicas experimentadas con el DST (p. ej., malestar, dolor, molestia, miedo), problemas de audición asociados (p. ej., dificultad para oír, dificultad para comprender el habla en ruido, tinnitus), cambios de comportamiento (p. ej., evitar situaciones ruidosas, uso excesivo de tapones para los oídos) y su impacto en la calidad de vida (p. ej., irritabilidad, incapacidad para relajarse, apartarse de las interacciones sociales, problemas de relación, interferencia con el trabajo).

Cuando se sospecha hiperacusia entre pacientes con pérdida auditiva y tinnitus, es importante que los audiólogos tomen precauciones con algunas pruebas rutinarias (p. Ej., Reflejo acústico) para evitar molestias y dolor. Aazh y Moore encontraron que el 21% de los pacientes en una clínica especializada en tinnitus e hiperacusia experimentaron un nivel de estímulo que excedía sus LDL (loudness discomfort level). 

 

 

Clasificación de la severidad de la hiperacusia

 

Hiperacusia - Nivel sonoro de disconfort

Negativo -  95dB o más en todas las frecuencias

Leve -  80-90dB en dos o más frecuencias

Moderado  -  65-75dB en dos o más frecuencias

Severo  -  60dB o menos en dos o más frecuencias. 

 

Tabla 2: Sistema de clasificación de la gravedad de la hiperacusia basado en el nivel de molestia por volumen (sugerido por Goldstein y Shulman).

 

Figura 1. Escala analógica visual (EVA) para hiperacusia por sonoridad. (Sin disconfort   - Leve  - Moderado  - Severo  -  Máximo disconfort)

 

Si bien no existe un convenio colectivo sobre el mejor procedimiento de diagnóstico para la evaluación de la hiperacusia, la medición de LDL a 0,5, 1, 2, 4 y 8 kHz sigue siendo el método más utilizado. Se pide a los pacientes que evalúen el volumen de los sonidos que se escuchan a través de los auriculares del audiómetro. A partir de un nivel que el audiograma predice que es cómodo, los tonos se presentan en incrementos de 5 dB hasta que el paciente indica que el sonido ha alcanzado un nivel de volumen incómodo (antes de cualquier malestar o dolor).

 

Además, no existe consenso sobre los criterios de diagnóstico para la gravedad de la hiperacusia. Sin embargo, Goldstein y Shulman sugirieron un sistema de clasificación basado en las LDL obtenidas en dos frecuencias diferentes (tabla 2). Encontraron una correlación positiva entre hiperacusia y LDL. Pero la falta de protocolos de prueba estandarizados y el riesgo de causar angustia y dolor han llevado al desarrollo de nuevas herramientas clínicas. También se recomiendan varias medidas de autoinforme (p. Ej., Escala analógica visual (EVA) y cuestionario de hiperacusia de Khalfa modificado) para la evaluación de la gravedad y la angustia asociados con la hiperacusia. La EAV es el método más utilizado para evaluar la intensidad y la frecuencia del dolor (es decir, agudo o crónico) debido a la gran cantidad de evidencia empírica que respalda su validez y confiabilidad (Figura 1). 

Por último, dado que los pacientes con hiperacusia y tinnitus son más propensos a la ansiedad y la depresión, es fundamental detectar trastornos emocionales para evitar un tratamiento fallido con audífonos. El cribado de las condiciones de salud mental se facilita mediante la administración de medidas de autoinforme validadas de los trastornos emocionales. Muchos médicos utilizan la Escala de Estrés Percibido (PSS), la Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria y el Cuestionario de Salud del Paciente (PHQ-9) por su facilidad de administración. 

Si un paciente obtiene una puntuación alta en estos cuestionarios, la derivación a un profesional de salud mental para su evaluación y tratamiento puede tener prioridad sobre la intervención audiológica.

 

 

ESTRATEGIAS DE MANEJO DE LA HIPERACUSIA

 

Actualmente no existe cura para la hiperacusia. Sin embargo, se ha encontrado que muchas estrategias de manejo audiológico son efectivas para reducir su impacto y mejorar la calidad de vida. De hecho, se ha demostrado que la amplificación, la terapia de sonido y el asesoramiento promueven una reducción de la ganancia central y, en consecuencia, la expansión del rango dinámico. 

Tradicionalmente, la adaptación de audífonos a pacientes con hiperacusia por sonoridad con pérdida auditiva asociada estaba contraindicada debido a la falta de pautas de evaluación y las limitaciones de los audífonos. Sin embargo, los avances tecnológicos recientes permiten mejorar de forma segura la sensibilidad auditiva y los niveles de tolerancia al sonido de un paciente. Los pacientes con hiperacusia de intensidad leve y moderada pueden beneficiarse del uso de audífonos equipados con una función de reducción de ruido transitorio que permite atenuar los fuertes ruidos de impacto domésticos, como el ruido de los platos y los portazos.

 Además, los audífonos con capacidades dinámicas de cancelación de ruido (por ejemplo, Phonak Audéo Paradise) pueden ayudar a reducir los ruidos molestos de la ciudad, mejorar el nivel de comodidad del sonido y preservar la audibilidad del habla. Los pacientes con un grado más severo de hiperacusia también pueden beneficiarse de los audífonos equipados con capacidades terapéuticas de generación de sonido. El ruido blanco o rosa continuo de bajo nivel puede distraer y, en ocasiones, aliviar a los pacientes de los molestos sonidos ambientales. Formby y sus colegas midieron una mejora promedio de 10 a 12 dB en las LDL después del tratamiento con dispositivos combinados. 

  

Pero la intervención tecnológica por sí sola no es suficiente. Los audiólogos debemos dedicar tiempo a educar a los pacientes sobre las consecuencias ocultas del uso excesivo de dispositivos de protección auditiva y evitar entornos sociales ruidosos. Se ha demostrado que las estrategias de afrontamiento desadaptativas empeoran la hiperacusia y la angustia con los síntomas.

 Se recuerda a los profesionales que siempre sean amables, empáticos, pacientes y comprensivos, ya que se necesita tiempo para realizar cambios positivos y recuperar la sensación de control con las alteraciones de la tolerancia al sonido.

 Por último, puede ser necesario buscar ayuda de profesionales de la salud mental especializados en terapia cognitivo-conductual para pacientes con un bienestar general deficiente.

 

Fuente: Blog centro auditivo Cuenca

Autor: Dr. Dany Pineault

 

 

 

Estrategias para detectar y abordar el deterioro cognitivo

Sin intención de suplantar a otros especialistas, el audiólogo debe explorar si la persona con hipoacusia sufre algún deterioro cognitivo leve, mediante algunos test sencillos


Sin intención de suplantar a otros especialistas, el audiólogo debe explorar si la persona con hipoacusia sufre algún deterioro cognitivo leve, mediante algunos test sencillos. El éxito de su trabajo va a depender en gran medida de estos trastornos y conviene detectarlos. La ANA ha reunido a varios expertos para compartir sus experiencias y consejos en un campo complejo.

 A modo de introducción del workshop "Salud auditiva y salud cognitiva", el audiólogo Joan Ros, vicepresidente tercero de la ANA, ha resaltado el interés de este taller por identificar qué personas pueden sufrir el deterioro cognitivo cuando llegan al gabinete, dado que se trata de un factor que influye poderosamente luego en los resultados de la adaptación de audífonos, como elemento perturbador.

Olga Ferrer, ORL y especialista en Geriatría, ha subrayado que el grado de deterioro cognitivo puede confundir, antes del análisis en detalle, porque depende también del nivel cultural de la persona. El leve puede ir acompañado de una cierta dependencia o dificultad para tareas fuera de las básicas, o pérdidas de memoria, y no todos estos casos leves van a entrar en una demencia, solo un 10%-20%.

También ha lamentado que se fomenta el "edaísmo", todo lo relacionado con la edad es malo, ya desde la infancia, se asocia negativamente lo que tiene que ver con el envejecimiento (pérdida de libertad, calidad de vida...) En definitiva, no se debe afrontar esta edad con el espíritu de "emular la juventud". Es cierto que puede producirse una merma de todas las capacidades, porque la persona no ha tenido estímulos de tipo sonoro. El deterioro cognitivo leve puede derivar en severo, pero ¿puede revertir? Esta especialista ha señalado que se está intentando en las residencias con algunas terapias.

"Envejecer es parecer más joven, ser una mala copia de tu juventud, con lo que la vejez siempre será negativa, por una concepción materialista, carencia de principios importantes, como saber ver venir las cosas, anticiparse", ha opinado Ferrer.

La presbiacusia podría ser mejor abordada por los protagonistas, no por sus cuidadores, porque los primeros están en una especie de destierro social con falta de libertad. "Esto no ocurrirá cuando envejecer tenga un valor en sí mismo", ha concluido.

 Varios test útiles

El Dr. Jesús Valero, profesor de la Universitat Ramon Llull de Barcelona y experto en presbiacusia, ha explicado la razón fundamental de la importancia de explorar el estado cognitivo de un presbiacúsico: porque el acto de oír es cerebral y si hay cualquier tipo de deterioro en su actividad, influye en la audición.

Aunque los audiólogos no están preparados para un análisis neurológico, sí están en condiciones de hacer una breve exploración, para saber hasta qué punto puede sufrir la persona un deterioro cognitivo leve. En caso de observar que puede tener un problema más importante, siempre se debe derivar a neurólogos, psiquiatras o psicólogos clínicos. Como instrumentos, en los centros auditivos se pueden utilizar tests cognitivos breves, que se realizan en menos de 20 minutos, algunos cinco minutos, que interrogan sobre tareas cotidianas y evalúan la memoria.

Valero se ha referido concretamente al test minimental (MMSE), en cuyos resultados influyen la edad de la persona y sus años de escolarización, que son factores a tener en cuenta para determinar la exigencia a la hora de medir la evaluación de los resultados de la prueba. También, al cuestionario Pfeiffer, que explora la memoria, fundamentalmente, con 10 preguntas muy básicas. Y ha mencionado además otros como el de memoria de dígitos y el Montreal Cognitive Assessment.

Como "límites" de los test cognitivos breves, este especialista ha indicado que hay que ser muy pacientes porque se evalúa a personas mayores y que tienen pérdida auditiva. También, ser cautos con factores como los años de escolarización y formación de la persona y ser conscientes de que no se va a realizar ningún diagnóstico.

 La dificultad del "cóctel party"

Para Rafael Rubio, audiólogo de Zaragoza y vocal de la junta directiva de la ANA, la dificultad del "cóctel party" -el efecto de confusión para la persona con hipoacusia cuando le hablan varios interlocutores y hay ruido de fondo- representa el mayor problema cuando se presenta, además, deterioro cognitivo. 

De hecho, la "escucha dinámica" es más complicada que la "estática" (con un solo interlocutor cara a cara), y se trata de ver qué influencia tiene ese posible declive de las capacidades cognitivas en la atención cuando hay conversaciones cruzadas. Además, para la persona afectada eso lleva a una fatiga crónica y persistente, severa, de dos a cuatro veces más esfuerzo que la población normoyente. Rubio lo ha comparado con comprender otro idioma, cuando todavía no se tiene mucho nivel.

Y también está la fatiga emocional, la autosugestión de creer que uno se va a sentir mal, agravada además si hay acúfeno. Tanto los audífonos como los implantes cocleares reducen la fatiga persistente y también la posibilidad de la transitoria, la que se debe a alguna causa coyuntural o temporal.

"Podemos hacer muy poco con el deterioro cognitivo, pero tremendamente interesante":


-Detección (test de MOCCA, Pfeiffer, test de memoria inmediata, disponibles en Internet).
-Gestión de expectativas. No prometerle unos objetivos sin ser cautos, los audífonos son un apoyo, no la panacea.
-Seguimiento. Comprobar si se mantiene estable en su pérdida cognitiva o valorar que consulte a un profesional, a la vista de los test realizados a lo largo del tiempo.

 

Signos de alarma evidentes

-menos capacidad de trabajo,
-desorientación en tiempo y lugar,
-problemas de lenguaje, la persona no encuentra palabras,
-pobreza de juicio,
-problemas de pensamiento abstracto,
-cambios de humor, frecuentes e inesperados,
-extravía cosas o las deja en lugares inapropiados,
-suspicacías, temores, ideas autoreferenciales (todo gira en torno suyo), siente limitaciones físicas inexistentes,
-pérdida de iniciativa,
-dificultades para realizar tareas familiares
-en la demencia cortical, por ejemplo, por Alzheimer, igual ríen que lloran, pero conservan un lenguaje normal hasta fases muy avanzadas. Hacen un discurso incoherente con palabras correctas. Tienen memoria muy alterada y falta de introspección.
-en demencias subcorticales, sufren afectación motora, de la postura, problemas de articulación del lenguaje (la pandemia lo ha puesto de relieve)

 

Sin herramienta tecnológica, por ahora

Efren Poveda, especialista en Innovación ha preguntado si igual que hay una herramienta de cada fabricante para el tinnitus, existe algún medio técnico para el deterioro cognitivo. Valero ha opinado al respecto que debería existir la posibilidad de que la persona con esa pérdida cognitiva leve reciba una serie de atenciones para frenarla y que no vaya a más. Con niños sí existe esa cobertura. Por su experiencia, Ferrer ha explicado que en estos casos leves hay una serie de productos, neurotransmisores que hacen que el cerebro funcione mejor, no se recupera la cognición, pero mejora la conducta (a veces incluso muestran agresividad). El hándicap es que “el sistema público sanitario es cuidadoso, porque son carísimos y los quita a la mínima”. También ha relatado su experiencia complicada con la pandemia, porque había que aislar a mayores sin espacio, restringir visitas de familiares... una “situación caótica”, cuando hay una “importancia crucial de la relación social” para estas personas.

 

 

Fuente: Audio en Portada   

¿Cuántos tipos de audífonos existen?

 

  • Solo el 36% de las personas con pérdida auditiva utiliza audífonos. 

Alrededor del 11% de la población española tiene algún tipo de pérdida auditiva. Del total, solo un 36% utiliza audífonos, según datos de la Asociación Nacional de Audioprotesistas, unos dispositivos que les permiten mejorar, pues pueden recuperar parte de la audición perdida. Sin embargo, muchas personas con pérdida auditíva, todavía son reacios a usar audífonos, aunque, gracias a los avances en este campo, cada vez encontramos modelos casi invisibles y más avanzados tecnológicamente.

 

El 29% de los españoles tiene más problema de audición y entendimiento por el uso de la mascarilla

Los audífonos varían mucho en precio, tamaño, características y la forma de inserción en el oído, pero, podemos distinguir entre los que se ponen dentro del oído (intrauriculares o ITE), los que se colocan fuera, detrás del oído (retroauriculares o BTE) y los de auricular en canal (RIC). Dentro de estos modelos, encontramos distintos tipos:

Completamente en el conducto o CIC

Este audífono intrauricular es el más pequeño del mercado y, también el más discreto, pues se introduce complemente en el conducto y está hecho a medida. Está recomendado para personas con hipoacusia de leve a moderada, pues, debido a su tamaño, a menudo no incluye funciones adicionales, como control de volumen o un micrófono direccional. No está recomendado para personas con tendencia a tener mucho cerumen porque es susceptible a que la cera obstruya el altavoz, ni en las que tienen el canal auditivo muy pequeño.

En el conducto o ITC

También intrauricular, los audífonos ITC están moldeados a medida y encajan parcialmente en el conducto auditivo. No son tan discretos como los CIC, pero tienen más funciones, como micrófonos en el exterior con posibilidad de direccionalidad, esencial para mejorar la audición en ambientes ruidosos. Sí está recomendado para personas con hipoacusias moderadas/severas y, al igual que el CIC, no se recomienda a personas son canales estrechos o tendencia a acumular cera.

Media concha/carcasa o HS

Este audífono ITE también está hecho a medida, pero es menos discreto que los anteriores, pues parte se sitúa en la concha del pabellón auditivo u oreja. Se recomienda tanto para personas con sordera leve como severa e incluye funciones que no se ajustan a audífonos de estilo más pequeño, como el control de volumen o micrófonos direccionales para escuchar en ambientes ruidosos. Al ser más grande, la batería también dura más. Al igual que el resto de intraauriculares, no se recomienda a personas son canales estrechos o tendencia a acumular cera.

 

Un sistema pionero adapta los audífonos a distancia para evitar el aislamiento

Receptor en el oído o RITE / Receptor en el canal o RIC

Este modelo es parcialmente invisible, pues parte del audífono se sitúa dentro y parte fuera, y se conectan ambas partes por medio de un fino. Están recomendados para pérdidas de leves a moderadas y cuando el micrófono se sitúa en el exterior, se consigue una perfecta direccionalidad y control manual. Cuando el receptor se sitúa en el exterior, el sonido que se consigue es más natural.

Detrás de la oreja o BTE

Estos audífonos son los más tradicionales, los que se enganchan en la parte superior de la oreja y se apoyan detrás de esta. Un tubo conecta el audífono a un auricular personalizado (molde de oído) que encaja en el conducto auditivo, y ambas partes son visibles. Este tipo de audífono está recomendado para cualquier nivel de pérdida auditiva y para personas de todas las edades. Ofrecen una mayor potencia y tiene más funcionalidades, como direccionalidad, control de volumen, conectividad con Smartphone etc.

De calce abierto

Un audífono de calce abierto es una variación del audífono retro auricular con un tubo delgado y una cúpula abierta en el oído, por lo que el auricular que se encuentra al final del tubo fino, queda localizado dentro del oído. Al mantener el conducto auditivo muy abierto, los sonidos son más naturales y, aunque es visible, su menor tamaño lo hace menos visible que los BTE. Está recomendado para pérdida auditiva de alta frecuencia de leve a moderada. No es recomendable a pacientes con problemas de cerumen.

Dentro de estos modelos, encontramos muchas variaciones en cuanto a precio, estética, funcionalidades, etc.

Cómo acostúmbranos a ellos y mantenerlos

Los audífonos, sea cual sea el modelo, requieren un mantenimiento, que consisten básicamente en revisiones periódicas y en la limpieza diaria. Además, debemos acostumbrarnos poco a poco a ellos, pues, aunque mejoran considerablemente la audición, esta no será como cuando no teníamos ningún problema de oído, por lo que puede que tardemos en habituarnos. En este sentido te damos los siguientes consejos:

Llevar el audífono a todas las actividades diarias

Cuanto más los llevemos, antes nos acostumbraremos a ellos.

Ajustarlo gradualmente cada día y aprender a controlar el sonido y el ruido

Un consejo fundamental es respetar la fase de adaptación. Adaptar poco a poco el nivel de tu audífono es fundamental para hacernos a él, pues cada actividad y cada día requerirán ajustes hasta encontrar el punto en el que te encuentres más cómodo.

Limpiarlo a diario

Es una parte fundamental del mantenimiento de tu audífono, pues además de durar más tiempo, nos permitirá oír mejor. Dependiendo del tipo de audífono, la limpieza será distinta. Tampoco podemos olvidarnos de cambiar las pilas y de revisarlos regularmente. 

 

Fuente: 20minutos